11/2/18

Rotnem




Aprendo también de ti,
querido Rotnem,
por el camino a la inversa
atenta a tus lecciones oscuras
dolorosos derechazos en el ring de la vida.

Me enseñas sin saberlo
sin proponértelo
sin vocación alguna
…y lo haces bien.

Tu paso por mi vida,
tu coincidencia en mi vagón de tren,
es un extraño regalo  de lazo negro.

Me enseñas cuando me engañas
con mentiras de patas cortas
que siempre arriban a mi puerta
con su carita asustada de yo-no-fui.

Me enseñas cuando me arrancas un tajo
con el cuchillo de tu mejor  sonrisa
porque tienes hambre
y yo soy comida.

Me enseñas cuando me das, para pedirme, 
y  me pides, para quitarme.

Me enseñas cuando me empujas sin contemplaciones al fondo del pozo
porque en sus profundidades  está el anillo que resbaló de tu dedo
y lo quieres de vuelta.

¡Ah Mi querido Rotnem!
mentor a zarpazos,
gracias por tus lecciones únicas,
joyas ocultas en las ciénagas del vínculo.

Son duras tus maneras de mostrarme el mundo
con la única forma que aprendiste

Más allá de mis lágrimas,  maldiciones y desencantos
puedo verte desnudo y vulnerable
puedo ver al niño solitario, herido y doblegado
disfrazado de ti.

Más allá de mi rebelión de hasta aquí llegamos
se acabó la clase,
puedo mirarte de nuevo a los ojos
perdonar tus didácticas violencias.

Gracias mi mentor inverso
mi piedra en el zapato,
por tus lecciones de hierro candente
de oscuridades necesarias
de aceptación de quien eres conmigo.

GRACIAS