12/8/12

Ciudad de despedidas




Partiste,
mi nevera ya no alberga tu número
en  sus teléfonos de emergencia
ni tu latido resuena más en ningún lugar de mi ciudad.

Mi corazón permanece donde siempre:
Aquí, en este valle, 
mudo testigo de lo que nunca fue
y de lo que nunca más será.

1 comentario:

Homeronica dijo...

Cruda realidad. La certeza de lo que se quiso y ya no se tendrá. Saludos desde Nicaragua.