15/9/13

Caribe mío

Anónimo


Cómo me gusta tu horizonte
cuando me recuerda mis sueños

la tertulia animada de tus olas
cuando alborota mis oídos

tus garzas dejando fugaces huellas
en el espejo húmedo de tu orilla

Nada como tu agua tibia
cuando me envuelve
acunándome en el inmenso útero del trópico

Nada como tu sol latiendo tan cerca de la tierra
cuando se queda guardado en mi piel
para que no te olvide


Caribe mío




13/4/13

Tabla de salvación



Las tablas sobrevivientes de un naufragio
deambulan en el océano
pedazos de barco
convertidos de pronto en barquitos enteros
testimonios rotos de lo que fueron
testimonios íntegros de lo que son.

Inocentes de los ahogantes  abrazos que las acechan
en las espumosas esquinas del mundo,
flotan con la feliz determinación de un vagabundo 
sin querer más que entregarse al placer de azarosos rumbos
guiadas por el viento y las sabias corrientes submarinas.

Pero en medio de su sereno viaje,  
nadie les advierte que las confunden
por su enorme parecido,
con solícitas tablas de salvación.

Por ello,
de tanto en tanto,
algún náufrago se abalanza sobre ellas
con toda su desesperada sed de vida
tan desesperada y tan grande
que terminan temiendo de nuevo por su vida
asfixiadas por el abrazo
violentadas por el peso del salvado
obligadas hacia otro puerto
y desechadas tras la  labor cumplida.

El mar suele prestarse a estas terribles confusiones
por esta razón,
algunas huyen  del sitio del naufragio
cuya destrucción las hizo naves
y dejan esta noble y necesaria labor
a las verdaderas tablas de salvación
a ésas que nunca faltan en los siete mares
a ésas preparadas y dispuestas  
para salvar almas sin hundirse ni desviarse con ellas
en los malos entendidos del rescate.




11/4/13

Final




Presiento
el final

Siento
el final

Niego
el final

Decido
el final

Construyo
el final

Habito
el final

Lloro
el final

Acepto el final

COMIENZO

3/3/13

Ancianamente





Tu mente, anciana,
es un laberinto antiguo,
construcción profunda y confusa,
entraña de naufragios perdidos para siempre.

Tu anciana mente,
es  una inmensa calle ciega disfrazada de autopista,
una autopista ciega disfrazada de vereda franca,
una caverna oscura habitada por recuerdos feroces
como la historia humana
y dulces como las caricias extintas de la infancia.

Allí todo es posible:
historias de horror que nunca sucedieron
ocupan los titulares del día
y provocan pesadillas a sus lectores.

Tu anciana mente pierde las llaves en los bolsillos,
los anteojos en el rostro,
los recuerdos en la almohada,
los sueños en las nubes,
e inventa oportunas dolencias
que tu cuerpo se cree a pie juntillas
como si  no tuviera suficientes.

Volcanes de ira guardada en el centro de su tierra,
estallan allí adelantando el fin del mundo
y dejan constancia hirviente de tu arrepentimiento
por lo no dicho, por lo no hecho,
por lo no pedido, por lo no tenido,
por lo no soñado…


Hogar fecundo de fantasmas del pasado
                                                                       y del presente
de perseguidores y asesinos de película
en busca de su víctima perfecta: Tú

De tanto en tanto,
tu anciana mente intenta devorarme
ávida de caricias de mariposa
y miradas de hija

y yo aprendo cada día el arte de esquivar su lava,
de jugar Rominkub con sus fantasmas,
de borrar con Photophop sus asesinos,
de bautizar con nombres reales  sus dolores,
de encontrar sus llaves, anteojos,
sueños y recuerdos

Y aprendo, sobre todo,
a marcar el camino de salida
con migajitas de pan que voy dejando
en este lugar sin aves y sin luna
que es tu mente anciana.