Como si fuera aire puro
amenazadoramente escaso,
lo buscan con avidez mis pulmones
los días en que mi viaje interestelar
me lleva a atravesar galaxias multitudinarias
de palabras pronunciadas
de palabras escuchadas.
O tras caminar por los sonoros senderos de la jungla urbana
donde los bocinazos de las tortugas
son respondidos con los motores rugientes de las liebres
y donde los murmullos de las hormigas
que van y vienen con sus melodías a cuestas
son un estruendo definitivo para mis orejas,
ese par de conchas marinas
inundadas de pronto por mareas y ventiscas.
Es entonces cuando los oídos de mi alma deciden ponerse en huelga
para que yo pueda escuchar,
aunque sea en el breve pestañeo de una pausa,
aunque sea en el breve pestañeo de una pausa,
la indescriptible y blanca vibración de mi vacío fértil
en ese lugar recóndito del Universo
donde soy semilla solitaria
latiendo en el útero vivo de la Tierra.
2 comentarios:
ingravidez sin tiempo y espacio
vacuidad .......
como peces del océano
sin palabras
bienvenida
sonia
vació
sin tiempo
sin memoria
solo éxtasis
maravillosa expresion de tu sentir
besos
sonia
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